Hoy en día por suerte o menos suerte, según como se mire, alcanzamos unas edades muy avanzadas a los que llamábamos “YAYOS” y que hoy en día los llamamos de la 3ª Edad. En la mayoría de los casos, al llegar a ciertas edades avanzadas, los cuerpos e incluso las mentes se deterioran en más o menos. El motivo es que cada vez con medicamentos se alarga el tiempo de vida pero yo creo que la naturaleza del cuerpo humano tiene unos límites y creo que según como se llega a las edades avanzadas tendríamos que replanteárnoslo, pero esto sería otro debate en el cual no quiero entrar.
Por motivos muy variados, los cuales no quiero valorar pues se dice que “cada casa es un mundo”, a nuestros mayores no podemos atender debidamente y llegamos en algunos casos a recurrir a lo que llamamos residencias de la 3ª Edad. Este es mi caso personal. Entre la residencia L'Onada de Sant Carles de la Ràpita y la de Tortosa, he utilizado el servicio que ofrecen durante unos 8 años y medio, por lo tanto creo que puedo tener formada mi opinión personal del servicio que en ellas ofrecen. Por supuesto hay cosas que se habrían de mejorar, como por ejemplo la financiación por el Estado y mejorar, y mucho, la Ley de Dependencia para poder incorporar más personal, pues estoy convencido que con más recursos humanos, los cuales no son suficientes “por motivos de ratios” y recursos materiales, dicha deficiencia se podría mejorar mucho y, en consecuencia, repercutiría en la mejora del funcionamiento y en la calidad del servicio a nuestros mayores.
Dicho esto y para ser equitativo, quiero hacer constancia de las partes más positivas, las cuales me llevan a hacer este escrito. Yo puedo constatar que todo el personal que en ellas trabajan para las realizaciones de todas las tareas, tanto de limpieza, como de la alimentación, trato a las personas, suministro en los tiempos marcados de las medicinas, limpieza y cuidado de los residentes, etc., creo de todo corazón que no se puede hacer mejor, pues puedo ratificar que algunos familiares directos a estas personas no les aportan ni la sensibilidad, ni el tiempo ni el cariño que todos los cuidadores les aportan. Puedo hablar con fundamento que nunca, en todo el tiempo que he utilizado el servicio, nunca he visto un mal gesto, ni ninguna salida de tono, ni un reproche ni una mala forma en los momentos críticos que hay y más que los deseables, por el carácter de algunas personas y en las fases de deterioro de residentes por su avanzada edad o situación.
Por todos estos momentos que he vivido en contacto en esta personas, siempre quedarán en mi recuerdo ver el amor que les dan a todos, ver brotar lagrimas en los ojos de los cuidadores en los momentos críticos de los residentes, Por ello quiero agradecerles a todos y a todas la labor que realizan, pues estoy convencido que no hay dinero para pueda compensarlos.
GRACIAS, MUCHÍSIMAS GRACIAS.
Familia Itarte
13-01-2017
L'ONADA SERVEIS