La Generalitat asegura que el impacto será mínimo y solo afectará al 4,5% de los usuarios
Los Presupuestos de la Generalitat para 2014 contemplan una reducción de la financiación pública de los servicios sociales, que tendrá que ser compensada con una subida general de la parte que paga el usuario, el conocido copago. Los importes máximos relativos crecen hasta el 54% y en importe absolutos algunos servicios se encarecen hasta 600 euros mensuales. Es el caso del servicio de residencias y centros de días para discapacitados intelectuales. Así consta en la actualización de precios de la cartera de servicios sociales que se incluye en los Presupuestos. No obstante, la Generalitat asegura que la subida tendrá “un impacto mínimo porque solo afectará a las rentas más altas”. Actualmente lo que se paga por la mayoría de servicios depende de la renta del usuario y solo el 4,5% paga el importe máximo.
En la cartera de servicios se recogen desde las plazas de residencia y centros de día para gente mayor con dependencia (hasta el 20% más de copago, unos 200 euros más mensuales), discapacitados físicos (hasta el 40% de aumento), el servicio de asistencia personal para personas sordas y ciegas (31%), el apoyo a enfermos mentales (hasta el 40%), el servicio de comunidad terapéutica o piso para drogodependientes (hasta el 49%) o el servicio de apoyo en el hogar para enfermos del sida (hasta el 54%).
El incremento del importe que pagan los usuarios coincide con la reducción del llamado módulo social, que es la parte que paga la Generalitat. Así, no es que una plaza o un servicio se encarezca, sino que su coste se reparte de forma diferente: baja el de la Generalitat y sube la parte del usuario. Este aspecto ha sido duramente criticado desde la Mesa del Tercer Sector Social. “El aumento del copago no puede ser una excusa para los recortes ni para suplir lo que debería pagar la Generalitat”, censura su presidenta, Àngels Guiteras.
Tarifa social
La presidenta de las Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS), Teresa Crespo, se muestra dispuesta a abrir el melón de aumentar el copago si se hace con una tarificación social; es decir, que las cuotas dependan del nivel de renta del usuario. “Es una medida que puede estar bien para hacer sostenible el sistema en un momento de dificultades como este”, defiende Crespo, que, no obstante, pone dos líneas rojas: “Hay que garantizar que el servicio sea público e igual para todos y que nadie quede fuera del sistema por cuestiones económicas”.
Las entidades del sector de los discapacitados se muestran más tranquilas, pero preocupadas por el futuro. Lola de la Fuente, presidenta de Dincat, organización que agrupa a asociaciones que atienden a discapacitados, explica que la mayoría de este colectivo cuenta con ayudas para cuidadores no profesionales o atención domiciliaria, pero, precisa, “pocos acceden a una residencia
El aumento del copago afecta a los centros de día y residencias. En este sector, de momento, el importe que pagan los usuarios no está sujeto al nivel de renta o de patrimonio. “Estamos preocupados porque si ahora afecta a las personas mayores puede ser que en un futuro también nos llegue a nosotros. Si es así, le pedimos a la Generalitat que no cuente como patrimonio la vivienda habitual, porque la mayoría de discapacitados tienen pocos recursos y a lo mejor solo cuentan con la casa familiar”, abunda Crespo.
Las asociaciones que atienden a drogodependientes muestran su “sorpresa” porque no tenían noticia de la rebaja, pero se muestran tranquilas porque en su sector el copago sí depende del nivel de renta de beneficiario. “Y la mayoría no tiene recursos y su único ingreso es la renta mínima de inserción”, añaden.
La consejera de Bienestar Social, Neus Munté, opta por quitar hierro a la subida y asegura que no afectará a la mayoría de usuarios, sino solo al 4,5%, que son los que tienen las rentas más altas y abonan el máximo del copago. Se trata de personas mayores con dependencia, que pueden pagar sin problemas la residencia. “Aplicamos el criterio de justicia social. Pedimos que los que más tienen aporten más”, justifica Munté.
Además de esta subida, Bienestar también prepara una reforma en el copago, que hasta ahora solo tiene en cuenta el nivel de renta para determinar qué se paga por servicio. A partir de 2014 también contará el patrimonio. Bienestar está ultimando los detalles y los baremos, aunque ya avanzó que como patrimonio no contará la vivienda habitual. No obstante, en casos de personas mayores que vivan en una residencia y no tengan expectativas de volver a su casa, sí computará como patrimonio.
Guiteras aplaude que el copago deje de basarse solo en la renta: “Si solo se mira la renta, pagaremos siempre los mismos, porque en este país hay un problema de fraude fiscal y no siempre la renta refleja la riqueza real”.
“Lo importante es saber qué calculadora cogerán para fijar la progresión de precios”, añade la presidenta de la patronal de las residencias Acra, Cinta Pascual, que se muestra prudente a la espera de que la Generalitat dé a conocer los detalles. No obstante, Pascual alerta que con el copago actual “ya hay personas que no lo puede asumir”, así que si se aumenta tiene que hacerse aplicando la tarificación social, es decir, el pago según la riqueza familiar
El aumento del copago fue uno de los temas de discusión el miércoles en la presentación de los Presupuestos de Bienestar Social en el Parlament. La diputada del PSC, Eva Granados denunció la fuerte subida de los importes que recoge la cartera de servicios sociales. Granados tildó de “horroroso” el aumento del copago i acusó de “penalizar a los que menos tienen”. Entonces, Munté negó el aumento y en la comisión parlamentaria no explicó los detalles que sí dio un día después.
Granados también criticó que el aumento se haga “por la puerta de atrás, sin debate y sin una reforma de la cartera de servicios. Bienestar Social no explica su modelo de protección social y de dependencia. Tenemos que esperar al Presupuesto para saber qué hacen o qué harán con las políticas sociales”, espetó.
02-12-2013
L'ONADA SERVEIS